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Con la llegada del curso escolar, aumenta la aparición de piojos, unos bichitos muy molestos, y nuestros niños están más expuestos a la hora de contraerlos.
Picazón, irritación e infecciones cutáneas, ocasionadas por rascarse, son algunos de los síntomas más característicos.
Esos parásitos minúsculos se adhieren al cabello y se alimentan de nuestra sangre, ocasionando una picazón muy intensa.
La mayor parte de estas infecciones son asintomáticas y se recomienda tomar medidas preventivas para evitar su contagio, por lo que, para eliminarlos por completo, es necesario iniciar un tratamiento antipiojos de forma inmediata y evitar estar cerca de otras personas para prevenir la propagación del mismo.
El tratamiento más común es utilizar champús antipiojos y otros productos farmacológicos, tanto para prevenir como para tratarlos.
Pero también existen remedios que pueden ayudarte a solucionar este problema tan molesto.
Vinagre blanco o de manzana
Es uno de los remedios más clásicos que se ha utilizado durante generaciones, y es especialmente útil para eliminar las liendres. Para ello, impregna con vinagre toda la cabeza, asegurando bien las zonas de la nuca y detrás de las orejas. Pon un gorro de ducha para cubrir la cabeza y déjalo actuar durante tres horas. Después lava el pelo con normalidad y, mientras está mojado, pasa una lendrera para eliminar posibles restos. Se repetirá el mismo proceso, unas dos veces por semana, hasta que desaparezca el picor por completo.
Eucalipto y limón
Otro remedio natural muy eficaz es aplicar una loción elaborada a base de eucalipto y limón. Para confeccionarla hay que hervir en un litro de agua con un poco de romero y unas tres o cuatro hojas de eucalipto. Una vez que comience a hervir el agua se le añadirá todo el zumo de un limón. La loción debe aplicarse una media hora y durante este tiempo es necesario que se cepillen las zonas afectadas con peine especial. Una vez aplicado se aclarará el pelo y se repetirá este mismo proceso un par de veces por semana hasta que desaparezcan por completo.
Bicarbonato
Uno de los remedos más eficaces contra los piojos y en concreto contra las liendres, es el bicarbonato de sodio que servirá como solución para aflojar las liendres y ayudar a tu hijo a dejar de rascarse la cabeza. Disuelve bicarbonato de sodio en agua caliente en la que tendrás que sumergir el peine para piojos antes de cepillar suavemente el cabello del niño. Repita la operación varias veces si es necesario.
Estafisagria
Esta planta es conocida en la cultura popular como “hierba piojera”, considerada por muchos como el remedio natural más eficaz para combatir los piojos. Este tratamiento se prepara a partir de las semillas trituradas de la planta y aunque no es fácil de conseguir, es muy común encontrarla en tiendas de medicina natural o en herbolarios. Para conseguir buenos resultados se debe aplicar todas las noches diez gotas sobre el cabello y el cuero cabelludo, para que ejerza su efecto directamente sobre los molestos invasores de nuestra cabeza.
Citronela
Esta planta aromática es bien conocida como repelente de insectos y también sirve contra los piojos. Para aplicarla, hay que hacer una mezcla con 350 ml de alcohol y lo mismo de agua, con 150 de glicerina líquida y otros 150 del aceite de citronela. Se debe dejar reposar durante unas horas y aplicar después a diario sobre el cabello. También hay quien añade unas 12 gotas de aceite esencial de citronela en 25 ml de agua y lo usa como colonia.
Aceite de oliva y aceite de árbol de té
Este tratamiento tiene propiedades antiparasitarias, antimicrobianas y antiinflamatorias que pueden apoyar el control de la infección causada por piojos y liendres. Su uso directo desliza los insectos para facilitar su eliminación y, a su vez, regula el pH del cuero capilar para controlar la comezón. Para ello combina aceite de oliva (96 g) y aceite de árbol de té (5 g) y ponlo a calentar. Una vez esté caliente, comprueba que la temperatura del producto es apta y frótalo con suaves masajes por todo el cuero cabelludo y cabello. Cubre la cabeza con un gorro y déjalo actuar 45 minutos. Pasado este tiempo, retira las liendres con un peine fino y enjuaga. Úsalo, por lo menos, 3 veces a la semana.
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