El sueño es el momento ideal para reparar el daño causado por el estrés, las luces ultravioletas y cualquier otra exposición que le provoque daños al cuerpo. Durante la etapa del sueño, las células en el cuerpo producen proteínas que son necesarias para revitalizar los órganos, por ello es importante tratar de tener una buena calidad de sueño.
La almohada es un elemento arraigado en nuestra “cultura del sueño” y durante mucho tiempo la hemos considerado imprescindible para favorecer el descanso. Sin embargo, hay estudios que confirman que dormir sin almohada puede tener buenos beneficios para la salud, aunque no está recomendado para todas las personas, todo depende del individuo, su estado de salud y su comodidad.
Rejuvenece el cuerpo
La función principal del sueño es recargar las baterías del cuerpo, por ello su calidad afecta en gran medida nuestro nivel de energía y atención durante el día. Se ha demostrado que dormir sin almohadas nos ofrece una mejor calidad de sueño que se traduce en una sensación de bienestar en la mañana siguiente, lo que, a la larga, nos hará lucir más jóvenes.
Evita el dolor de espalda
Dormir sin almohadas es la mejor medicina para prevenir y tratar el dolor de espaldas. Los doctores recomiendan dormir boca arriba para permitirle a la columna descansar por completo siguiendo la curva natural del cuerpo.
Alinea los huesos
Se cree que dormir sin almohada ayuda a estirar y normalizar la estructura ósea del cuerpo humano. De hecho, se ha comprobado que mejora problemas en la espalda como lo es la joroba.
Previene el dolor de cuello
Usar una almohada para dormir es la causa principal de los dolores de cuello y espalda, pues la mayoría de las personas adoptan una posición inadecuada que a la larga puede producir daños en los nervios del cuerpo y terminan teniendo un sueño poco reparador.
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